Bigotudos en Las Lagunas de La guardia
El bigotudo, todo un reto para el fotógrafo de aves
Rubén de Torres
Después de la Resaca Navideña, amanecía una fría mañana de Domingo de Reyes, el termómetro del coche a las 7 de la mañana marcaba los -4 grados centígrados y yo me disponía a recorrer una distancia de 120 kilómetros para una vez más intentar fotografiar al esquivo Bigotudo.
El destino estaba claro, las Lagunas de La Guardia en Toledo me estaban esperando.
LAS LAGUNAS DE LA GUARDIA
En la provincia de Toledo, se encuentra el municipio de La Guardia, donde se ubica un complejo lagunar de gran valor ecológico. Se trata de tres lagunas que albergan una rica biodiversidad de flora y fauna, especialmente de aves acuáticas.
La primera laguna es la más antigua, y tiene su origen en la época del Cuaternario, cuando el río Tajo y sus afluentes erosionaron el terreno y dejaron depósitos de yesos y arcillas. Estos materiales impermeables hicieron que se formaran depresiones cerradas donde se acumulaba el agua, dando lugar a lagunas endorreicas, es decir, que no tienen salida natural de agua. La primera laguna se alimenta principalmente de las aguas subterráneas y de las escorrentías de lluvia. Las otras dos lagunas son más recientes, y se han creado con el fin de ampliar la superficie de agua y mejorar el hábitat para las aves acuáticas, aprovechando los desniveles existentes. También se han plantado especies vegetales autóctonas, como tarayes, juncos y carrizos, para favorecer la biodiversidad y la calidad del agua.
EL BIGOTUDO
De carácter discreto, el bigotudo se encuentra estrechamente ligado a las masas de vegetación palustre entre las que deambula ágilmente en busca de alimento y de las que depende para instalar sus nidos. La vulnerabilidad de estos ante los depredadores (especialmente ratas) cuando quedan al descubierto con los cambios en los niveles hídricos, se ve compensada con un elevado potencial reproductor, que los lleva a realizar hasta cuatro puestas al año.
Y ESTA VEZ POR FIN PUDE FOTOGRAFIARLOS